Conclusiones

Este estudio de caso múltiple demostró dos enfoques para la ciudadanía digital. En particular, en su misión de promover la dinámica local y las diversas iniciativas para movilizar la niñez y adolescencia para la Sociedad de la Información y el Conocimiento, hay algunos puntos estructurales relevantes. Empoderamiento de Niñas creó la infraestructura de comunicación prevista, es decir, un conjunto de grupos y una red digital que permitió a las participantes ciudadanas acceder a información y servicios locales. La experiencia analizada también permite conectar adolescentes, gestores públicos locales y organizaciones en el territorio, en el cual, a través de los grupos en red transmitieron sus opiniones escritas y materiales audiovisuales producidos en la experiencia.

Las adolescentes participaron en la definición de ciudadanía, enviando sugerencias, información, quejas y propuestas de políticas públicas a las instituciones responsables en su localidad. La creación de una asamblea digital permanente ciertamente sería un potencial para una mayor participación de niños, niñas y adolescentes en la comunidad. Por supuesto, el acceso no significa participación, por lo que será necesario motivar la niñez y adolescencia.

Los estudios sobre la participación de adolescentes y el enfoque basado en derechos humanos de la niñez en la ciudadanía digital sugieren que diversos resultados son positivos, la integración de estos métodos en un entorno sin inversión científica y de acceso a las TIC puede suponer un reto. El poder de experiencias como el Empoderamiento de Niñas para fomentar la ciudadanía de adolescentes se debe al objetivo de involucrar a la niñez en la práctica participativa de realizar trabajos cívicos, en que las normas y las TIC amplían este tipo de práctica.

Entre los retos que surgen con frecuencia en los programas de participación de adolescentes está la tendencia de optar por actividades de servicio funcionales o simplistas, por ejemplo, cuando los jóvenes participación de forma únicamente ilustrativa, o en breves demostraciones de ejemplos distantes –socialmente o geográficamente- para crear conciencia sobre un tema/problema o, y no incorporan la colaboración de las propias niñas, niños y adolescentes ni la inversión necesaria largo plazo para analizar las oportunidades y problemas sociales complejos de su entorno.

La evolución de los medios nuevos más allá de los últimos veinte años ha traído nuevas posibilidades y nuevos retos para la participación en la vida cívica y política. Dependemos cada vez más de las tecnologías en red, tanto en nuestra vida privada como en la vida pública. Tanto si buscamos y compartimos información, creamos y mantenemos redes sociales, compartimos opiniones, o intentamos recaudar fondos, los nuevos medios se convierten cada vez más en el instrumento que facilita y organiza nuestras actividades ciudadanas y políticas; especialmente entre los jóvenes, los cuales tienen mayores probabilidades, por ejemplo, las actividades consideradas en el estudio presentan que a medida que aumenta la edad de las participantes más se comprometen con las actividades cívicas, así como observado también en los indicadores del TIC Kids Online Brasil (2017), en que la conversación en internet sobre política o problemas de su ciudad o su país, por ejemplo, fue mencionado por el 23% de los adolescentes entre 15 y 17 años y por solo el 9% de aquellos entre 13 y 14 años. Los porcentajes más altos entre los adolescentes de 15 a 17 años quedaron evidentes también en las demás actividades de ciudadanía y compromiso (CGI.br, 2017).

La expectativa de que internet puede fortalecer la presencia, la voz y la visibilidad de sujetos históricamente invisibilizados no será realizada sin un efectivo esfuerzo de educación para apropiación crítica y responsable por el público joven desde los primeros accesos. Al mismo tiempo, es necesario estimular la producción de contenidos y políticas públicas de internet adecuadas para niños y adolescentes (Livingstone, Carr, y Byrne, 2015).

Tal y como hemos apuntado, un reto fundamental de y para la ciudadanía digital de adolescentes consiste en involucrar a la niñez y adolescencia en actuaciones a corto plazo e inversiones a largo plazo, de manera que fomente su conocimiento sobre la forma de participar en cuestiones sociales complejas, en lugar de simplificar su visión de la participación. El papel del equipo técnico1 en la participación digital es el de facilitar el acceso a los jóvenes para que participen realmente en la identificación y abordaje de temas cívicos, y apliquen su aprendizaje con un enfoque basado en los derechos humanos de la niñez y adolescencia, lo que requiere innovación tecnológica en participación de adolescentes y mucho tiempo por parte del de quien lo desarrolla.

Para ilustrar esta reflexión, presentamos el caso que se basa en la promoción de la ciudadanía y el empoderamiento de las niñas a través de herramientas digitales: Empoderamiento de las niñas. Sirviendo como un ejemplo práctico de que las TIC tienen potencial en el campo de la ciudadanía. El proyecto Empoderamiento de Niñas proporciona información y participación en línea que facilitará el ejercicio de la ciudadanía y el empoderamiento de niños, niñas y adolescentes. Fomentar la amplia participación de los adolescentes en el desarrollo del proyecto. Si este enfoque de participación ciudadana se mantendrá durante la construcción y ejecución de las políticas públicas locales, solo un estudio longitudinal puede demostrarlo.

Los resultados del análisis del proyecto Empoderamiento de Niñas trajeron una nueva problematización de ciudadanía y participación. Como ejemplo, los nativos digitales, los jóvenes que nacieron con internet y que hasta ahora fueron acusados de cierta apatía política, mostraron su participación en los problemas que los rodeaban. A lo largo del proyecto, estos adolescentes destacaron la forma creativa en que se involucran en línea de manera cívica, una forma que generalmente no se cubre en las definiciones clásicas de “participación política”. Además, el estudio muestra que los adolescentes brasileños están fuertemente involucrados en el debate social y político. Entonces, es necesario repensar y ampliar los conceptos, incluso para que el impacto de internet en este proceso pueda medirse con precisión.

Como se describió anteriormente, el uso de tecnologías educativas es un gran aliado para la conducción y producción de conocimiento, así como para la formación de una ciudadanía digital, tan necesaria en tiempos de aceleración informativa.

Por lo tanto, es necesario comprender que una educación integrada con tecnología promueve la ciudadanía, alienta a las personas a desarrollar la capacidad de reflexionar, debatir, intervenir y tomar decisiones conscientes dentro de la sociedad en la que viven, buscando construir una sociedad democrática donde las prácticas participativas se vuelven habituales y capaces de transformaciones significativas tanto en el contexto local como global.

Para poner en práctica todos estos problemas, una de las alternativas señaladas es la realización de políticas de inversión pública, en todas las áreas de la educación, ya sea para mantener escuelas, comprar nuevos equipos, instalar tecnologías y redes de comunicación e interacción, formación docente, entre varias necesidades derivadas de un área tan importante y capaz de formar y liderar personas.

No es suficiente tener recursos y redes de información de vanguardia si no somos capaces de capacitar a los maestros y hacerlos conscientes de su importancia como instructores de ciudadanos críticos y pensantes, capaces de construir su propio conocimiento.

Es necesario unir esfuerzos entre los diversos agentes de transformación, tales como maestros, sociólogos, pedagogos, especialistas en tecnologías, en resumen, todos los que estén dispuestos a cerrar la brecha entre la producción de tecnología y su usuario, para mejorar su práctica en el proceso de enseñar y aprender.

Es importante recordar que las niñas, niños y adolescentes contemporáneos son nativos digitales y entienden las tecnologías de manera habitual, diferente de los maestros que se les enseñó en otro momento, en medio de diferentes métodos y metodologías, donde la interacción entre las personas no se produjo instantáneamente, por eso necesitan una mejora adicional en relación con la importancia de incluir las tecnologías de la información y la comunicación.

Asimismo, el uso innovador de las tecnologías puede transformar una realidad educativa, reforzando el respeto y la aceptación del otro, fomentando la colaboración y la participación ciudadana.

Vale la pena recordar que las tecnologías dirigidas sólo a ciertos grupos o que tienen un mayor poder adquisitivo pueden ser un factor que influye en las disparidades y desigualdades sociales, ya que el acceso al conocimiento producido por la sociedad puede ser facilitado por las redes, permitiendo la democratización, la politización, la educación, Información y ciudadanía.

A partir de lo anterior, es posible ver la importancia y la necesidad de discutir un tema de este tipo, es decir, el debate es una de las formas de visualizar los problemas, señalar las razones por las que existen, las formas de superarlos y, por lo tanto, ponerlos en práctica. Las ideas debatidas, principalmente sobre temas relacionados con la educación, la ciudadanía y el derecho, son los frentes principales para los debates, la verificación de los problemas sociales y las resoluciones. Después de todo, las tecnologías están presentes en la vida diaria de la niñez y pueden usarse como una forma de emancipación y formación ciudadana.

Es fundamental destinar mayor inversión en la promoción del derecho a la protección, al desarrollo y a la participación, este último siendo esencial para la aplicación del enfoque basado en derechos humanos de la niñez y adolescentes. Es momento de garantizar el derecho a participación de niñas, niños y adolescentes, para eso, hay que entenderlos como ciudadanos digitales que son.


1 Docentes, tutores, facilitadores.