El desafío de la formación de doctores y líderes en biotecnología para el desarrollo sustentable en América Latina
por Michael Seeger Pfeiffer
Coordinador Red Iberoamericana de Biotecnología Isla Negra (RIABIN) / Universidad Técnica Federico Santa María, Valparaíso, Chile.
La investigación científica y tecnológica y la formación de capital humano avanzado son esenciales para el desarrollo socioeconómico y cultural. Dos siglos después del comienzo del proceso de la independencia de los países en América del Sur surgen interrogantes sobre las causas por las que América Latina no ha alcanzado su desarrollo y por qué su crecimiento ha sido tan discontinuo. Sin lugar a dudas, el desarrollo científico y tecnológico en América Latina ha sido bajo y heterogéneo, constituyéndose en uno de sus talones de Aquiles. América del Sur genera el 4% de la producción de artículos científicos en el mundo, lo que es menor a su participación del 5-6% en el Producto Bruto Interno (PBI) y población mundial (Van Norden, 2014). ¿Quo vadis América Latina? La respuesta dependerá del camino que se elija para avanzar hacia el desarrollo. Corea del Sur, China y Singapur, países que tenían bajo desarrollo socioeconómico hace medio siglo, han elegido un modelo basado en una fuerte inversión en educación (básica, secundaria y superior) y en el desarrollo científico y tecnológico. Los resultados están a la vista.
La inversión en investigación y desarrollo (I+D) en América Latina ha crecido de 0,57% del PBI en el año 1998 a 0,78% del PBI en el año 2011 (RICYT, 2009, 2014), lo que refleja una tendencia positiva. Sin embargo, este financiamiento en I+D es claramente insuficiente y heterogéneo en la región. La inversión en ciencia y tecnología en América Latina es liderada por Brasil (1,21% del PBI) y Argentina (0,65%). Después se ubican México, Costa Rica, Chile y Uruguay, que invierten alrededor del 0,45% del PBI en I+D, mientras que Paraguay solo invierte el 0,06%. La inversión en ciencia y tecnología es baja si la comparamos con Asia (2,73% del PBI), EE.UU. y Canadá (2,68% PBI) y Europa (1,95% del PBI) (RICYT, 2014). Los países que lideran la lista de la inversión en I+D en el mundo son Israel (4,38%), Corea del Sur (4,03%), Finlandia (3,78%), Japón (3,39%), Alemania (2,86%) y EE.UU. (2,84%), lo que se relaciona con el alto ingreso per cápita (PBI per cápita >40.000 US$) de los habitantes de estos países. China ha impulsado una creciente inversión en ciencia y tecnología (1,84%). Portugal (1,49%) y España (1,33%), por su parte, realizan una inversión en I+D un poco mayor que la de Brasil. El ingreso per capita en América Latina es liderado por Chile (~23.000 US$), Argentina (~22.600US$), Uruguay (~20.600 US$) y Panamá (~19.500 US$), ubicándose México (~17.900 US$), Venezuela (~17.700 US$), Perú (~16.700 US$), Brasil (~16.100 US$) y Costa Rica (~14.900 US$) en un segundo nivel de ingresos (FMI, 2015).
Además, se ha observado una estrecha correlación entre la inversión en I+D y el número de científicos e ingenieros por millón de habitantes (Press, 2013). Países líderes en inversión en I+D como Finlandia, Singapur, Corea del Sur, Japón, EE.UU. y Alemania tienen alrededor de 4000 y 7000 científicos e ingenieros por millón de habitantes. El promedio de América Latina es de 450 científicos e ingenieros por millón de habitantes, siendo su distribución heterogénea entre los países. En América Latina lideran Argentina (~1.300 científicos e ingenieros por millón de habitantes), Chile (~1.000 científicos e ingenieros por millón de habitantes) y Brasil (~800 científicos e ingenieros por millón de habitantes), secundados por México (~500 científicos e ingenieros por millón de habitantes) (Press, 2013; CONICYT, 2014).
La formación de posgrado y en particular de doctorado es crucial para impulsar la investigación y el desarrollo científico-tecnológico y cultural. En los países desarrollados las investigaciones científico-tecnológicas son en general lideradas por investigadores que poseen el grado de doctor (PhD). La formación de doctores en América Latina es insuficiente y con una distribución regional heterogénea. En los últimos 15 años, se ha impulsado fuertemente la formación doctoral de los profesionales, una educación que se ha concentrado en algunos países. La formación de doctores en la región es liderada por Brasil (13.912, año 2012) y México (5119, año 2012), siguiendo Argentina (1504, año 2010), Cuba (607, año 2012) y Chile (542, año 2012). En un nivel menor están Venezuela (335, año 2007), Colombia (310, año 2012), Paraguay (164, año 2011), Costa Rica (112, año 2011) y Uruguay (53, año 2012) (RICYT, 2009, 2014). Si estos datos se analizan en función de la población, Brasil y Cuba lideran con la formación anual de 70 y 60 doctores por millón de habitantes, respectivamente. En un segundo nivel están México y Argentina con 43 y 39 doctores por millón de habitantes, seguidos por Chile (32) y Costa Rica (28). En comparación, en España se formaron 9483 doctores (año 2012) y en Estados Unidos 56.309 doctores (año 2007). Considerando el tamaño de su población, España y EE.UU. forman 240 y 180 doctores por millón de habitantes, lo que contrasta con el promedio de 38 doctores por millón de habitantes de América Latina. En América Latina un tercio de estos doctores se forman en ciencias naturales y exactas, ingeniería y tecnología.
La biotecnología es una de las tecnologías estratégicas de desarrollo en diversas regiones del mundo. En América Latina la producción científica en biotecnología es baja comparada con los países desarrollados, siendo liderada por Brasil y seguida por México, Argentina y Chile (RICYT, 2009). La generación de publicaciones en biotecnología en el año 2008 la lideró Brasil (1415 publicaciones), luego México (400), Argentina (295) y Chile (162). En un menor nivel se sitúan Colombia (99), Venezuela (67), Cuba (47), Uruguay (33), Perú (33) y Costa Rica (27). Teniendo en cuenta el tamaño de la población, lideran las publicaciones en biotecnología Uruguay (10 publicaciones por millón de habitantes), Chile (9 publicaciones por millón de habitantes), Argentina y Brasil (ambos con 7 publicaciones por millón de habitantes).
Para avanzar hacia la generación de productos y servicios en biotecnología, la propiedad intelectual es relevante. En particular, las patentes de invención constituyen una herramienta legal fundamental para proteger productos o servicios novedosos, que poseen nivel inventivo y tienen aplicación industrial. Las patentes de invención en biotecnología en América Latina son todavía escasas, pero están creciendo en los últimos años (Van Noorden, 2014). Los niveles de patentes se ilustrarán con un análisis basado en el período 2000-2008 (RICYT, 2009). En este período, en patentes de invención en biotecnología en América Latina se destaca Cuba con 61 patentes. Los países más poblados, Brasil y México, presentaron 104 y 57 patentes en biotecnología, respectivamente. Argentina (21), Colombia (13), Chile (11), Uruguay (6) y Panamá (4) muestran un menor número de patentes en biotecnología. Sin embargo, el número de patentes de invención donde los inventores son de América Latina es mucho mayor. Las patentes en biotecnología con inventores de Brasil (234), Argentina (211), México (128), Cuba (64), Chile (59), Colombia (49), Uruguay (28) y Venezuela (24) indican que para que nuestros investigadores sean inventores de patentes suele ser más favorable que trabajen en países más desarrollados. La excepción la constituye Cuba donde las patentes han sido más valoradas y la biotecnología tiene un mayor desarrollo. Al respecto, es interesante resaltar que el Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB) de La Habana es la institución que lidera las patentes en biotecnología en la región.
Para fortalecer la biotecnología en América Latina, la cooperación internacional es esencial. Uruguay (39%) y Perú (36%) lideran la cooperación iberoamericana (RICYT, 2009). La mayoría de los países de mayor producción en biotecnología en AL como Brasil, México, Argentina y Chile presentan una baja cooperación regional, que es <20% (RICYT, 2009). España y Portugal también muestran una baja cooperación iberoamericana en biotecnología. La singularidad de los países con mayor desarrollo en biotecnología la representa Cuba, que presenta ≥30% cooperación iberoamericana.
La Red Iberoamericana de Biotecnología Isla Negra (RIABIN) es una plataforma de cooperación regional de programas de doctorados y posgrados de Biotecnología, que se estableció el año 2009. Es sus comienzos durante el período 2009-2010 formó parte de un programa piloto del Comité Técnico del Programa Pablo Neruda de la Organización de Estados Iberoamericanos para la Educación, la Ciencia y la Cultura (OEI). RIABIN se consolidó en el año 2011 mediante una convocatoria pública (Lanio et al., 2015). El Programa Pablo Neruda fue aprobado como Iniciativa Iberoamericana en la XVII Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado y de Gobierno celebrado en Santiago de Chile en noviembre de 2007 y como Programa, en la siguiente Cumbre celebrada en El Salvador en el año 2008 (Lanio et al., 2015). Este Programa está inspirado en el poeta chileno Pablo Neruda, cuya intensa y original poesía sobre el amor, la vida y la historia de América Latina y la península ibérica fue reconocida con el Premio Nobel de Literatura en el año 1971. El objetivo general del Programa Pablo Neruda es promover la construcción de un espacio común iberoamericano del conocimiento que favorezca las iniciativas de integración regional mediante la cooperación internacional, contribuyendo al fortalecimiento de las capacidades de formación en el nivel de posgrado. RIABIN cataliza la cooperación multilateral entre programas de doctorado de biotecnología y fomenta el desarrollo de doctorados y magísters en biotecnología en países con menor desarrollo en posgrados en América Latina y la península ibérica.
En la actualidad participan de la Red RIABIN 17 universidades de distintos países de la región: Argentina (Universidad Nacional de San Martín, Universidad Nacional de Mar del Plata, Universidad Nacional de Rosario, Universidad Nacional de Río Cuarto, Universidad Nacional de Tucumán), Chile (Universidad Técnica Federico Santa María - Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Universidad Andrés Bello), Colombia (Universidad Nacional de Colombia), Cuba (Universidad de La Habana, Universidad de Ciego de Ávila), España (Universidad Politécnica de Madrid), México (Universidad Autónoma de Coahuila, Paraguay (Universidad Nacional de Asunción), Nicaragua (Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua), Costa Rica (Universidad Nacional de Costa Rica) y Guatemala (Universidad de San Carlos de Guatemala). Además, La Universidad de El Salvador es una universidad asociada a RIABIN. Los objetivos de la Red son: 1) fomentar una mayor cooperación a nivel de posgrado e investigación mediante la realización de movilidad de profesores y estudiantes y la interacción entre las instituciones RIABIN mediante estancias científicas; 2) fortalecer la formación de los alumnos de doctorado en Biotecnología de la región mediante la realización de cursos internacionales intensivos de posgrado; 3) coordinación y seguimiento de las actividades de la red mediante reuniones de seguimiento y planificación, y 4) coordinación de asistencia técnica y cooperación con instituciones de países de menor desarrollo de posgrado en Iberoamérica para fomentar actividades de posgrado e investigación.
RIABIN ha organizado diversos cursos intensivos internacionales de posgrado. Estos incluyen los cursos sobre Genómica Funcional (Valparaíso, Chile, enero 2010; Asunción, Paraguay, noviembre 2014; Tucumán, Argentina, agosto-septiembre 2015), Proteómica y Estudio de Proteínas (Bogotá, Colombia, mayo 2010; La Habana, Cuba, diciembre 2011; Varadero, Cuba, noviembre 2015), Biotecnología Ambiental (Saltillo, México, noviembre 2012), Secuenciación Masiva y Marcadores Moleculares (Santiago, Chile, enero-febrero 2013), Inmunoterapia y Vacunología (La Habana, Cuba, junio 2013), Biotecnología Vegetal (Rosario, Argentina, noviembre 2014) y Biotecnología Agrícola y Ambiental (Ciudad de Guatemala, Guatemala, agosto 2016). Asimismo, la red impulsó la publicación del libro Avances en Genómica Estructural y Funcional, que está dirigido a alumnos de posgrado de América Latina y se utiliza como texto de estudio en diversas universidades RIABIN (Seeger y Padrón, 2014). La Red apoya y valora la publicación del presente libro sobre Biotecnología Vegetal, coordinado por la Universidad Nacional de Rosario, Argentina (Busi, 2019).
Desde su creación, RIABIN ha impulsado >300 pasantías académicas internacionales de alumnos, profesores e investigadores entre universidades. La Red ha participado activamente en diversos congresos internacionales como, por ejemplo, RedBio 2010 (Guadalajara, México), Congreso Iberoamericano de Biotecnología 2010 y 2011 (Manizales, Colombia), Congreso Iberoamericano de Educación “METAS 2021” 2010 (Buenos Aires, Argentina), Congreso Internacional de Biotecnología Vegetal Bioveg 2011, 2013 y 2015 (Ciego de Ávila, Cuba), y Congreso Iberoamericano de Biotecnología BioIberoamérica 2016 (Salamanca, España). Las reuniones de coordinación RIABIN se han celebrado en Madrid, España (2010), Ciego de Ávila, Cuba (2011, 2013, 2015), Cartagena de Indias, Colombia (2012) y Rosario, Argentina (2014). Además, la Red ha realizado actividades académicas, de asistencia técnica y de fomento al posgrado en Biotecnología en beneficio de diversos países incluyendo a Costa Rica, Ecuador, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Paraguay y Uruguay. Por otro lado, es importante hacer notar que RIABIN ha apoyado los procesos de Acreditación de los Doctorados miembros de países como Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba y México.
RIABIN tiene como desafíos avanzar en la formación de doctores y líderes en biotecnología y la cooperación universitaria y científico-tecnológica en Iberoamérica. Para enfrentar estos desafíos en la región la Red cuenta con el compromiso de académicos, investigadores y estudiantes de las universidades RIABIN, fuertemente motivados con su quehacer y sus proyecciones.
Agradezco el apoyo de la Red RIABIN, la Unidad Técnica del Programa Pablo Neruda (OEI), la DGIP-UTFSM y proyectos Mecesup FDI y CD (2009-2016).
Referencias bibliográficas
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LANIO, M. E.; SEEGER M. Y PAZOS SANTOS, I. F. (2015). “Integración del programa de Doctorado en Ciencias Biológicas a la Red Iberoamericana de Biotecnología Isla Negra (RIABIN)”, Revista Cubana de Ciencias Biológicas 4 (2), pp. 67-75.
PRESS, W. H. (2013). “What’s so special about science (And how much should we spend on it?)”, Science 342 (6160), pp. 817-822.
PROGRAMA INFORMACIÓN CIENTÍFICA CONICYT (2014). Principales indicadores cienciométricos de la actividad científica chilena 2012. Informe 2014: una mirada a 10 años. Scimago Lab, Madrid-Valparaíso. ISBN 123-987-6543-21-0.
RICYT (2009). “El Estado de la Ciencia”, en: El Estado de la Ciencia. Principales Indicadores de la Ciencia y Tecnología Iberoamericanos/Interamericanos. Buenos Aires, Centro de Estudios sobre Ciencia, Desarrollo y Educación Superior-REDES, pp. 10-26.
––(2014). “El Estado de la Ciencia”, en: El Estado de la Ciencia 2013. Principales Indicadores de la Ciencia y Tecnología Iberoamericanos/Interamericanos. Buenos Aires, Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología Iberoamericana e Interamericana, pp. 10-25.
SEEGER, M. Y PADRÓN, G. (2014). Genómica Funcional: Fundamentos y Aplicaciones. Valparaíso, USM.
VAN NOORDEN, R. (2014). “South America by the numbers”, Nature 510, pp. 202-203.