PRÓLOGO
por Cristina López
A más de treinta años de su muerte, acaecida en 1984, la “obra” y, por ende, los márgenes del pensamiento de Michel Foucault no dejan de expandirse.
De hecho, ya en 1994, Daniel Defert y François Ewald con la colaboración de Jacques Lagrange llevaron a cabo la descomunal tarea de recolectar, clasificar y editar todos los textos del pensador publicados en Francia y en el extranjero. En efecto, con excepción de los libros, los cuatro volúmenes resultantes bajo el título de Dichos y escritos contienen los prefacios, introducciones, presentaciones, entrevistas, artículos y conferencias que, aunque ya habían sido objeto de publicación en vida de su autor, estaban hasta ese momento dispersos y, en algunos casos, resultaban de difícil acceso.1 Disponer de todo ese material modificó el registro de lectura e interpretación de su pensamiento por cuanto, en algunos casos, permitió conocer el proceso de elaboración de sus libros;2 en otros, contar con precisiones esclarecedoras respecto de su perspectiva de análisis,3 así como advertir su posición respecto de los debates filosóficos4 y de los conflictos políticos de su presente.5 Tampoco faltan los artículos que, al explicitar las líneas de articulación de su proyecto filosófico, favorecieron la comprensión de su derrotero6 ni aquellos que aportaron inesperadas claves de inteligibilidad de su obra.7 Con todo, la recepción de estos textos no implicó la interrupción de la lectura y el estudio de los libros publicados hasta entonces. En todo caso, amplió el marco de su comprensión.
En cambio, con la publicación en 1997 de los cursos que Foucault dictó en el Collège de France a partir de 1970 y 1984, se produjo un fuerte desplazamiento del interés de estudiosos y lectores que, a partir de ese momento, pasó a centrarse en el contenido de sus cursos.
Para advertir la magnitud de este desplazamiento, basta con reparar en la atención que recibió la tríada de cursos8 en los que nuestro pensador abordó la investigación del dispositivo biopolítico. Son incontables las publicaciones y las reuniones académicas a que dio lugar el puntilloso estudio de esta cuestión. No es para menos, su tratamiento –que no fue recogido en ninguno de sus libros– había conducido a nuestro pensador a poner en su mira el corazón de su presente que, en buena medida, sigue siendo el nuestro. En efecto, lo que estaba en consideración en aquellos cursos son las formas de regulación que implementa la gubernamentalidad neoliberal y que, hasta la fecha, rigen nuestra vida y nuestra muerte.
Es cierto que otros cursos cumplieron una función similar a los Dichos y escritos respecto de los libros publicados por cuanto sus resultados se vieron reflejados en un libro posterior, como es el caso de “La sociedad punitiva”, de cuyas clases proceden los análisis de Vigilar y castigar, o como ocurrió con “Subjetividad y verdad” y “Hermenéutica del sujeto”, que constituyeron la cantera de la que surgieron sendos capítulos de La inquietud de sí, tercer volumen de Historia de la sexualidad.
De hecho, con la edición de los cursos se ponía fin al enigma suscitado por la interrupción del programa de publicaciones previsto en La voluntad de saber, primer volumen del proyecto de historia de la sexualidad. Hasta la publicación de los cursos y aun cuando el propio Foucault había explicado que la demora en la concreción del programa obedeció a la necesidad de producir una profunda reformulación del proyecto,9 la interrupción fue considerada como una “pausa de silencio”.
Contrariando esta impresión, la publicación de los cursos puso sobre el tapete la intensa labor de investigación y docencia que llevó a cabo nuestro pensador durante aquellos años en los que en más de una ocasión, a sus obligaciones en el Collège de France, sumó el dictado de seminarios10 y ciclos de conferencias11 en el exterior. De modo que no hubo pausa y mucho menos de silencio. Con todo, al ritmo de la publicación de este material inédito, los libros editados en vida del pensador parecían ir perdiendo vigencia.
No obstante, la publicación en 2008 de la “Introduction à l’Anthropologie de Kant”, la tesis complementaria que Foucault había presentado en la Sorbona para la obtención del doctorado junto con su tesis principal, Folie et déraison. Histoire de la folie à l’âge classique, reavivó el interés por uno de aquellos libros: Las palabras y las cosas. Clasificado como disponible solo para la lectura, aquel texto de 128 carillas había sido objeto de numerosas consultas tanto en la biblioteca de la Sorbona como en la de Saulchoir, primera sede del Fonds Foucault. Ocurre que, con la excusa de analizar el lugar de la antropología en la arquitectónica kantiana, además de trazar su diagnóstico respecto de las dificultades que aquejan a la filosofía moderna toda vez que, desconociendo la lección kantiana, se empeña en abordar la cuestión de la finitud en clave empírica, esto es, partiendo de la figura del hombre en lugar de recurrir a la del sujeto trascendental, nuestro pensador esbozaba allí su propio proyecto filosófico. En cierto sentido, con un lenguaje aún impropio,12 estaba anticipando alguna de las hipótesis que desarrollaría en Las palabras y las cosas.
En el mismo sentido, justo es reconocer también que un efecto similar –pero en este caso sobre la inteligibilidad del primer volumen de la Historia de la sexualidad – produjo el estudio de las lecciones sobre biopolítica. Efectivamente, hasta la publicación de aquellos cursos dedicados a la explicitación del dispositivo biopolítico, no se llegaba a percibir cabalmente ni la importancia ni la pertinencia para una historia de la sexualidad del capítulo “Derecho de muerte y poder sobre la vida”, con que se cerraba el libro. En cambio, leído a luz de las precisiones de esos cursos, se vuelve más evidente la relevancia y la incumbencia teórico-política de abordar el análisis del sexo como “… un objetivo central para un poder que se organiza en torno de la gestión de la vida más que de la amenaza de muerte”. En rigor de verdad, el dossier biopolítico obligó a modificar el registro de análisis de todo el libro que, inicialmente, fue leído en continuidad con la genealogía de la prisión trazada en Vigilar y castigar y, a partir de allí, fue analizado como un texto bisagra entre dos momentos de la trayectoria filosófica de su autor.
En idéntica medida también el minucioso trabajo de investigación de los manuscritos depositados en la Bibliothèque Nationale de France ha promovido la reactualización de la lectura de los libros que nos ocupan. De hecho, algunos de estos documentos han permitido esclarecer los antecedentes de los que proceden ciertos planteos de Las palabras y las cosas, mientras que otros muestran las transformaciones que sufrió el proyecto de la historia de la sexualidad antes de que viera la luz el primer volumen de la obra.
Con todo, en buena medida, fueron las actividades programadas en torno a los sucesivos aniversarios de publicación13 las que contribuyeron a poner nuevamente en el foco del debate filosófico a aquellos libros que supieron marcar el derrotero de la obra de nuestro pensador. Releídos en nuestros días, esclarecidos y enriquecidos por los aportes de los Dichos y escritos, de los cursos y del material que se ha ido editando, cada uno de estos libros reveló aristas inexploradas y fue sometido a la prueba del presente.
Precisamente en ese contexto, en abril de 2016, al cumplirse los 50 años de la publicación de Las palabras y las cosas, y los 40 años de La voluntad de saber, un grupo de investigadores del pensamiento de Michel Foucault nos reunimos en la Universidad Nacional de San Martín para revisar los hallazgos de cada uno de estos libros y poner en consideración su actualidad. Convocado por el Centro de Estudios Filosóficos (CEFILO) de la Escuela de Humanidades, el encuentro contó con la participación de gran parte de los integrantes del Centre Michel Foucault, de colegas brasileños, chilenos y argentinos de distintas universidades. Del resultado de esas intensas jornadas de trabajo enriquecido por la reflexión posterior se nutre este volumen. Nuestro agradecimiento a los colegas que con tanta generosidad pusieron sus trabajos a disposición para esta publicación. Agradecemos también al Centre Michel Foucault y a sus autoridades por su confianza y por el apoyo económico merced al cual pudimos concretar este proyecto editorial. Un reconocimiento especial a Marcelo Raffin y a Agustín Colombo sin cuya colaboración ni aquellas jornadas ni este libro hubieran sido posibles.
Abril de 2018.
1 Era el caso, entre otros muchos ejemplos, de la introducción a la traducción francesa del texto de L. Binswanger Le Rêve et l’Existence, publicado en 1954 por la editorial bilbaína Desclée de Brouwer y consultable ahora en Dits et écrits (vol. i, Paris, Gallimard, 1994, pp. 65-120).
2 Me refiero a “Sur l’archéologie des sciences. Réponse au Cercle d’épistémologie”, publicado a mediados de 1968 en la novena edición de Cahiers pour l’analyse y consultable ahora en ibid., pp. 696-732, en el que esforzándose por responder a las inquietudes de los integrantes del Círculo de epistemología, Foucault bosquejaba la fundamentación metodológica que habría de desplegar en L’archéologie du savoir. Del mismo tenor anticipatorio son las consideraciones vertidas en la entrevista “À propos de la généalogie de l’éthique: un aperçu du travail en cours”, en ibid., vol. IV, pp. 383-412.
3 Ver “Nietzsche, la généalogie, l’histoire”, en ibid., vol. II, pp. 136-157.
4 Ver M. Foucault. “La philosophie structuraliste permet de diagnostiquer ce qui est aujourd’hui”, en ibid., vol. I, pp. 580-585.
5 A mi entender, el mejor ejemplo al respecto es la serie de artículos sobre la revolución iraní iniciada en septiembre de 1978 incluidos en ibid., vol. III.
6 Es el caso de artículos como “Foucault”, en ibid., vol. IV, pp. 631-636, y “Qu’est-ce que les Lumières ?”, en ibid., pp., 562-578.
7 Ver el artículo “Le sujet et le pouvoir”, en ibid, pp. 222-243, donde nuestro pensador sostuvo “Ce n’est donc pas le pouvoir, mais le sujet qui constitue le thème général de mes recherches”.
8 Me refiero a los cursos ‘Il faut défendre la société’, Sécurité, territoire, population y Naissance de la biopolitique.
9 Ver M. Foucault. “Modifications”, en Histoire de la sexualité 2. L’usage des plaisirs. Paris, Gallimard, 1984, pp. 9-19.
10 Ver M. Foucault. Mal faire, dire vrai. Fonction de l’aveu en justice, Cours de Louvain, 1981. Louvain, Presses Universitaire de Louvain, 2012.
11 Ver M. Foucault. L’origine de l’herméneutique de soi. Conférences prononcées à Dartmouth College, 1980. Paris, Vrin, 2013; Discours et vérité précédé de La parrêsia. Paris, Vrin, 2016; y Dire vrai sur soi-même. Conférences prononcées à l’Université Victoria de Toronto, 1982. Paris, Vrin, 2017.
12 Recordemos que Foucault caracterizó su enfoque recurriendo a las categorías de “génesis y estructura” utilizadas por su maestro y director de tesis, Jean Hyppolite, para abordar el análisis de la Fenomenología del Espíritu, de Hegel.
13 Entre estas actividades, destaco el coloquio internacional “O mesmo e o outro. 50 anos de História da loucura”, organizado por Salma Tannus, Márcio Alves da Fonseca y Alfredo Veiga-Neto, y llevado a cabo en la Pontificia Universidad Católica de San Pablo en noviembre de 2011. De menor envergadura fue el coloquio “A los 50 años del Nacimiento de la clínica, una arqueología de la mirada médica de M. Foucautl”, organizado por el CEFILO en noviembre de 2013. En julio 2015, en la Universidad Nacional de Lanús tuvieron lugar las jornadas “Discurso y poder. Foucault, las ciencias sociales y lo jurídico. A 40 años de la publicación de Vigilar y Castigar”. En agosto del mismo año, Maurizio Rocha convocó al coloquio internacional “Michel Foucault. Reinvenções de Foucault”, que se llevó a cabo en la Pontificia Universidade Católica do Rio de Janeiro.