Nicholas Jose, que fue consejero cultural en Pekín durante la masacre de Tiananmén, cuenta mediante un policial negro —cómico, por momentos— la historia de unos sobrevivientes chinos que buscaron refugio en Australia. Un director de fotografía, un monje budista, un artista millonario, una masajista, un violinista maníaco y, por supuesto, dos policías son los protagonistas de esta novela que, además de suspenso, muestra una Sídney diferente.
Nicholas Jose, que fue consejero cultural en Pekín durante la masacre de Tiananmén, cuenta mediante un policial negro —cómico, por momentos— la historia de unos sobrevivientes chinos que buscaron refugio en Australia. Un director de fotografía, un monje budista, un artista millonario, una masajista, un violinista maníaco y, por supuesto, dos policías son los protagonistas de esta novela que, además de suspenso, muestra una Sídney diferente.