La serie no es simplemente un género televisivo en boga, es, ante todo, una forma. Para describirla, es necesario compararla y cotejarla con otras formas de nuestra civilización, como el cine, el mito, la novela, el folletín o un cuadro. Pero no es solo un problema estético, sino que es profundamente actual. La forma-serie podría ser en sí misma el lenguaje de nuestro mundo tal como es: un mundo en crisis.
Dice Jean-Claude Milner en el prólogo: «Si la serie contemporánea es el ojo abierto al mundo, este libro sobre la serie es un ojo abierto a una obra que progresa por división y no por engendramiento. Cámara de gas, cuadros, ventanas, íntimo; estimado lector, te está permitido saber lo que Gérard Wajcman piensa sobre lo que vale la pena ser pensado en lo que te es contemporáneo».