Hoy están a la orden del día los trabajos que indagan sobre la percepción de la ciencia y la tecnología por parte de diferentes colectivos: la opinión pública, los estudiantes, los profesores y los propios empresarios, entre otros. En ese contexto, vale preguntarse por qué publicar un estudio de comienzos de los años setenta en el que dos investigadoras del Instituto Torcuato Di Tella entrevistaron a ciento siete dirigentes industriales argentinos con el fin de conocer sus actitudes, motivaciones y valores frente al cambio tecnológico y la incorporación de innovaciones.
Por tres razones: en primer lugar, debido a su valor histórico respecto del pensamiento del empresariado industrial a fines de los sesenta acerca de la innovación tecnológica y del rol que esperaban que jugara el Estado argentino; en segundo lugar, como modelo de investigación metodológica; y por último, por su vigencia actual.
Trabajos valiosos como El empresario y la innovación no solo constituyen el mejor homenaje a Jorge Sabato, al Di Tella y a aquel movimiento intelectual que impulsaba el desarrollo, la industrialización y la modernización, sino que ofrece una invitación para tratar de entender más profundamente nuestra realidad actual y pensar el futuro a partir de ella, sobre bases firmes.